El nombre de Monterrey

Monterrey fue fundada tres veces. La primera por Alberto del Canto en 1577, la segunda por Luis Carvajal y de la Cueva en 1582 y la definitiva en 1596 un 20 de septiembre por Don Diego de Montemayor.

Alberto del Canto, con toda sencillez de su parte, nombró al emplazamiento Villa de Santa Lucía. Luis Carvajal, en honor a sí mismo, nombró al asentamiento Villa de San Luis (del mero San Luisito).

Don Diego le dio el nombre definitivo al poblado: Monterrey.

En España existía una localidad llamada Monterrey, que era una villa del sur de Galicia, en la provincia de Orense. Ahí en los siglos XI y XII existió un monasterio llamado de Celanova.

El nombre de esa región parece haber nacido de las disputas de los reyes a los monjes de Celanova por algunas tierras, dada la necesidad de oponer límites con Portugal.

Así, desde antes el siglo XIII, en que estaba despoblado ese territorio, reyes como Fernando III y Alfonso X se referían a los caminos de la región como Monte de Rei, Cande Rei y Frio de Rei, deslindando esos terrenos de los monásticos poniendo marcas y haciendo documentos.

En la región en cuestión, Esteban Fernández de Castro, a instancias del Rey Sancho IV, delimitó los terrenos cuyo Castillo databa del siglo X, y a partir de ahí tomó vida propia la villa gallega con el nombre de Monte de rei o Monterrei, en gallego, y Monterrey en castellano.

En el Castillo de la villa de Monterrei nació en 1560 el noble Gaspar de Zúñiga y Acevedo, quinto conde de Monterrey, quien sería nombrado por Felipe II en 1595, a sus treinta y cinco años, noveno Virrey de la Nueva España, sucediendo a Luis de Velasco y Castilla.

Un año después Don Diego de Montemayor decidió honrar al nuevo y joven Virrey dándole a nuestra población el nombre de su lugar de origen.

20.09.2014